"Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa, la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino para decidir su propio camino. Y es precisamente esta libertad interior la que nadie nos puede arrebatar, la que confiere a la existencia una intención y un sentido"



Viktor Frankl,

Superviviente de los campos de concentración nazis y creador de la Logoterapia









miércoles, 29 de diciembre de 2010

¿...Y QUE FUE ANTES, EL HUEVO O LA GALLINA?

Dicen que en pueblo vivía un hombre que tenía como compañero un pobre perro, hambriento y viejo. Este perro solía estar tumbado en el mismo lugar y rara vez se movía, ya que parecía no tener fuerzas para ello. Un buen día, un vecino, compadeciéndose del animal, se acercó a hablar con el hombre y le dijo:
"Este animal parece hambriento y sin fuerzas, ¿cómo es que no le das más de comer?",
"Sí, hombre, lo que me faltaba. Si es que para lo que hace el animal ya le doy bastante", exclamó el hombre
"Pues ya que no lo alimentas como es debido, quizá debieras sacrificarlo, para que no sufra"
¿y que más da?, total, para lo que come.....

Chiste anónimo



Hace unos, días, recibiendo de los amigos el feed back que pedía, una persona que aprecio me recomendó explicar de forma sencilla que era esto del Pensamiento Sístémico. Trataré de hacerlo , y a ser posible, de una forma fácil y entendible, ya que es un tema importante (aunque no necesariamete complicado)
Una forma de dar un poco de luz sobre el tema es el conocido acertijo que tanto se les dice a lo niños del huevo y la gallina. Efectivamente, nadie es capaz de contestar con certeza a tal pregunta, ya que inevitablemente, elegir una de las dos respuestas, será seguida de la pregunta ¿y de donde salió la gallina, sino del huevo?, o , ¿de dónde salió el huevo, sino de la gallina?. Seguramente alguno de vosotros pensará que esto es moverse en círculos y que da igual por donde se empiece ya que se acabará siempre en el mismo lugar. Y tendrá razón, y estará adivinando  una de las características principales del pensamiento sistémico, a saber, que es un pensamiento en círculos, y no líneal basado en relaciones unidireccionales de causa y efecto; es decir, no es tan simple como que A causa B, sino que A causa B, que a su vez vuelve a influir sobre A, y así indefinidamente como si un baile de pareja se tratara.Ver imagen en tamaño completo
Como ejemplo de esto podemos ver como la cultura de una organización influye en el comportamiento de los individuos, pero a su vez, cada individuo influye en crear la cultura de dicha organización. O por ejemplo, podemos ver como una persona malhumorada provoca el mal ambiente en un grupo, sancando de quicio a sus compañeros hasta que uno de ellos estalla y le grita. Lo curioso es que mientras que el segundo se considerará provocado, el primero pensará que es víctima de un ataque injustificado.
Esta característica del pensamiento sistémico bien se refleja en la frase popular "si no te gusta lo que recibes del mundo, observa bien que es lo que le estás dando". Efectivamente, no estamos separados de los demás y lo que hacemos se nos volverá en el futuro en contra o a favor según el signo de nuestros actos.

Hace ya muchos años que oí por primera vez el chiste con el que ilustro la entrada de boca de un viejo profesor, y ya en aquel momento me llamó la atención sin darme cuenta de la sabiduría que encerraba. Ahora sé porque me llamó tanto la atención, y es que habla de un concepto clave en el desarrollo y mejora de la vida de las personas, la responsabilidad. Como en el ejemplo del huevo y de la gallina, los consejos del vecino caen en el saco roto del pensamiento circular. El caso es que el hombre no encuentra justificación para darle de comer mejor al perro porque éste no se lo gana, pero sí alguien preguntara al perro lo más probable es que justificara su inacción en que no tiene fuerzas al no recibir suficiente comida. Y así la situación se prolongaría indefinidamente, reforzándose, hasta que, suponemos, acabe con el trágico final (del pobre can, muerto de hambre finalmente, y del hombre, que se quedará solo y sin compañía)
Esta misma secuencia es fácil de encontrar en multiples conflictos entre personas, grupos o países, conflictos donde las dos partes se echan la culpa a la otra, sin ser capaces de recordar cuando y como empezó todo. Lo que no saben, es que están condicionados por una estructura sistémica, que no hay tal culpa en ninguno de los dos bandos, y que en ambos está la responsabilidad de arreglarlo, pero siempre y cuando alguno de los dos de un paso atrás y pueda cobrar conciencia de la situación, actuando después, y paradójicamente, de forma totalmente contraria a la que nos predispone el sistema.
Así, en el ejemplo del chiste, sólo se romperá el círculo y se arreglará la situación si el perro decide hacer un gran esfuerzo para moverse y que el hombre crea justificado darle más de comer; o que el hombre decida darle unas buenas raciones de comida a pesar de que el perro parece no habérselo ganado. En todo caso, el comportamiento acertado es el contrario al que "le pide el cuerpo" a cualquiera de las dos partes.
Así, estamos presentando una segunda característica de esta forma de pensamiento, y es que no piensa en culpables, sino que busca quien quiera ejercer la responsabilidad de arreglar la situación. Y si no está clara la diferencia entre culpa y responsabilidad, voy a dar una instrucción muy clara para distinguirlas; la culpa pregunta ¿quién ha empezado todo esto?, mientras que la responsabilidad pregunta ¿quién quiere arreglarlo?", es decir, una mira al pasado, donde no hay nada ya que arreglar, mientras otra mira al futuro, donde se solucionan los problemas. Puedo recordar como hace algún tiempo intentaba intermediar en el conflicto creciente de dos amigos y como le intentaba explicar a uno lo que sucedía y le instaba a actuar para arreglarlo. Cuando yo hacía esto, este amigo me respondía ofendido "entonces, ¿soy yo el culpable?. Lo que no sabía, es que ya había intentado lo mismo con la otra persona.
En realidad, esto es normal, porque a nadie le gusta sentirse culpable. Como leí en un libro de Jorge Bucay, "la culpa es un sentimiento de agresividad  hacia uno mismo", y antes que recibirlo en propias carnes, preferimos volcarla en los demás. El problema es que la culpa y la agresividad seguramente se nos devuelvan antes o después, aumentadas.

Por tanto, como conclusión más importante, es crucial entender que formamos parte de estructuras sistémicas y que estaremos condicionados por ellas mientras no observemos desde fuera el sistema y desde ahí nos preguntemos ¿que es lo que está pasando (y sobre todo, como estoy ayudando a provocarlo)?, y ¿que puedo hacer yo para encontrar  una solución?.
Por ahora, estará bien si consigo que os hagáis esa pregunta cuando penséis en alguno de vuestros problemas o conflictos; más adelante intentaré dar alguna pauta para encontar soluciones.


Del ejemplo del hombre y el perro podemos concluir otra característica básica de los sistemas. Como veíamos, el comportamiento de cada uno de ellos está influenciado por el del otro, reforzando cada vez más los comportamientos originales y agravando el problema. Esto es lo que se llama retroalimentación, es decir, se produce un comportamiento, luego una respuesta del sistema a ese comportamiento, y finalmente la respuesta vuelve a condicionar el comportamiento original.

Esta retroalimentación puede ser de dos formas, de refuerzo o de compensación. Son los dos únicos tipos de relaciones circulares que existen, aunque su combinación puede dar lugar a estructuras más complejas. El del chiste, como habréis adivinado, es un ejemplo de refuerzo, ya que la respuesta del sistema condiciona el mismo tipo de comportamiento indefinidamente agravando el problema.  Esto significa que situaciones insignificantes pueden producir grandes problemas si se va agravando el efecto "bola de nieve". Por eso en un conflicto es fácil que nadie sea capaz de recordar como empezó y las dos partes se inventan cualquier buena justificación que no les haga sentir culpables.
La retroalimentación de compesación tiene, sin embargo, un fin totalmente distinto, y es el de mantener el status quo dentro de un sistema. Un ejemplo sencillo de esto sería un sistema de calefacción con un termostato que activara el sistema cuando detecta que hace frío y que corte el sistema cuando se llega a la temperatura deseada; luego la temperatura vuelve a bajar y se vuelve a activar la calefacción, con lo que la temperatura vuelve a subir hasta el nivel deseado y el termostato la vuelve a cortar (así indefinidamente). Siempre que nos marquemos un objetivo y hagamos algo para alcanzarlo también estamos dentro de un círculo de retroalimentación de compensación.

Bueno, por hoy creo que es suficiente. En una próxima entrada podremos profundizar en alguna característica más del pensamiento sistémico, pero con esta exposición espero que ya empeceis a ver círculos y podáis comprender algo mejor las cosas que pasan a vuestro alrededor.
Para finalizar, un buen ejemplo de lo que puede dar de sí un insignificante grano de arroz metido en un sistema que se autorrefuerce:


Dice la leyenda que el juego del ajedrez fue inventado hace miles de años en oriente como pasatiempo para un rey. Como premio, el invetor del juego pidió una recompensa: un grano de arroz por el primer cuadrado del tablero, dos por el segundo cuadrado, cuatro por el tercero y así se debía seguir doblando la cantidad por cada cuadrado del tablero de ajedrez. El tablero de ajedez tiene 64 cuadrados. El rey sabía que poseía en su reino cientos de silos de arroz y decidió aceptar la oferta de buen grado ¿Creeis que hizo bien el rey?
La respuesta la tenéis un poco más abajo.

No fue nada acertada. En el cuadrado veintiuno ya se habría acumulado un millón de granos de arroz, y no hay arroz suficiente en el mundo para pagar la deuda en el cuadrado sesenta y cuatro. JAQUE MATE.

Para seguir profundizando os recomiendo:

Introducción al pensamiento sistémico. O"Connor, Joseph; McDermott, Ian,
La Quina Disciplina. Peter Senge

10 comentarios:

  1. Aunque en un principio pueda parecer extensa, es una interesante y fácil explicación del Pensamiento Sistémico. No hará falta animar mucho a quién quiera influir en su entorno a dejar de poner la responsabilidad en "los otros" y sí poner algo siempre de nosostros mismos para influir positivamente en nuestro entorno. A veces podemos sentir que intentamos mover una montaña, pero seguro que como no conseguiremos nada es sin hacer nada, con solo quejas o agravando la situación. Lo que no entiendo es el ejemplo del ajedrez y la brillante recompensa elegida por su creador para este caso. En todo caso grácias por el esfuerzo en hacer fácil y amenas disertaciones que podrían ser muy complejas. También por hacernos recapacitar y buscar "algo diferente"... .

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  3. Te animo a q sigas compartiendo d forma amena y didactica tu conocimiento,algo simpre queda

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  4. Hola Luis, infinitas gracias por tus comentarios.Por ahora, son mi mayor motivación para seguir con el blo. Lo del ajedrez es muy sencillo. Es un sistema donde la estructura del sistema es la multiplicación por dos. El resultado o OUTPUT de salida vuelve a ser el IMPUT de la siguiente multplicación, produciendo un resultado cada vez mayor. Es por tanto unsistema con una retroalimetnación de refuerzo. Lo gracioso es que empieza en un pequño grano de arroz y acaba convirtiéndose en una cantidad jamás imaginada por el rey. Así empiezan muchos conflictos, con muy poca cosa y luego.....

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  5. Creo que lo has conseguido poner bastante claro por lo menos a mi me sirvió para entenderlo un poco mejor si bien agradecería si bien agradecería algo sobre metodos o pautas para aparte de entderlo poder ponerlo en práctica.

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  6. Gracias Abel, por tus comentarios. Está bien que te quedes con ganas, así cogerás con fuerza las siguientes entregas. De todas formas, recuerda que antes de correr, hay que aprender a andar....
    No en vano, uno de las claves del pensamiento sistémico es el énfasis a largo plazo.

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  7. Hola Jorge¡ Acabo de descubrir tu blog. Enhorabuena, me gusta el nombre y la idea. Recuerdo que una de nuestras primeras conversaciones fue precisamente sobre la Quinta disciplina y de cómo nos había influido o inspirado. Me alegra mucho que sigas investigando y compartiendo sobre este tema y otros muchos. Estaré atenta a tus entradas, parece que hay por aquí mucha actividad :-) Un abrazo. Pilar Mamolar.

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  8. Veo que inicialmente lo enfocas hacia la solución de conflictos... pero no tiene por qué ser así, ¿no? Leyendo estas explicaciones sobre Pensamiento Sistémico me viene a la mente algo que una vez me dijo un profesor, que si bien es una aparente obviedad, me dejó muy marcado y creo ahora que podríamos meterlo en este saco: "You would get out of things what you put into them" (vendría a ser "Obtendrás aquello que inviertas"), en referencia a que una misma experiencia inicial arroja resultados muy diferentes sobre las personas en función de cómo éstas la asumieran. Obvio... o quizás no tanto ;-)

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  9. Efectivamente Manuel, no tiene porque estar enfocado a la solución de conflictos, ya que el pensamiento sistémico nació para tener aplicación en cualquier ciencia. En este caso hablamos de resolver conflictos (o no crearlos) porque estamos hablando de desarrollo personal, pero sobre todo habla de RESPONSABILIDAD a la hora de resolver cualquier problema. Que no tengamos la culpa no quiere decir que no podemos dar el primer paso para mejorar la situación.
    En cuanto a la cita de tu profesor, es una forma distinta de decir que cosecharas aquello que siembres, pero como dices, en la comunicación hay que actuar en función de la persona que tenemos en frente, ya que esta la puede recibir de muchas maneras según quien sea o su estado momentaneo. Como verás más adelante cuando hablemos de PNL la realidad no es una cosa única.....

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