Un grupo de científicos encerró a cinco monos en una jaula, en cuyo centro colocaron una escalera y, sobre ella, un montón de plátanos.
Espero que la historia os parezca divertida, pero antes de sacar conclusiones debemos ver un poco más de teoría. En la anterior entrada hemos estado hablandode pensamiento sistémico, y en esta seguiremos haciéndolo.Cuando uno de los monos subía la escalera para agarrar los plátanos los científicos lanzaban un chorro de agua fría sobre los que se quedaban en el suelo.Pasado algún tiempo, los monos aprendieron la relación entre la escalera y el agua, de modo que cuando un mono iba a subir la escalera, los otros lo molían a palos.Entonces, los científicos sustituyeron a uno de los monos por otro nuevo.Lo primero que hizo el mono novato nada más ver los plátanos fue subir la escalera. Los otros, rápidamente, le bajaron y le pegaron antes de que saliera el agua fría sobre ellos.Después de algunas palizas, el nuevo integrante del grupo nunca más subió por la escalera.Un segundo mono fue sustituido, y ocurrió lo mismo con el que entró en su lugar.
El primer sustituido participó con especial entusiasmo en la paliza al nuevo.Un tercero fue cambiado, y se repitió el suceso.
El cuarto, y finalmente el quinto de los monos originales fueron sustituidos también por otros nuevos.
Los científicos se quedaron con un grupo de cinco monos que, a pesar de no haber recibido nunca una ducha de agua fría, continuaban golpeando a aquél que intentaba llegar hasta los plátanos.
Si fuera posible preguntar a alguno de ellos por qué pegaban con tanto ímpetu al que subía a por los plátanos, con certeza ésta sería la respuesta: «No lo sé. Aquí, las cosas siempre se han hecho así».
Pero......
¿Que es un sistema?.
Pues bien, un sistema es un conjunto de elementos que se define en función de las relaciones y conexiones que se establecen entre las distintas partes. No es por tanto un "montón de cosas juntas", sino más bien las relaciones que se establecen entre ese grupo de cosas. Así, si tienes una docena de huevos, puedes separarlos en dos grupos y no se perderá ninguna propiedad que estuviera presente en el grupo entero, pero si partimos un coche por la mitad, es fácil ver que el coche ha perdido toda su utilidad. El coche, por supuesto, es un sistema, ya que todas las partes están ensambladas para que se relacionen y funcionen en conjunto.
Podemos decir que estamos rodeados de sistemas por todos lados (por eso la importancia de conocer esta disciplina) y llevando la idea anterior al extremo, podríamos asegurar que el universo entero es un gran sistema, dentro del cual se pueden ir encontrando subsistemas más o menos complejos, como el sistema solar, el binomio tierra- luna, el conjunto de mares y océanos, el ecosistema de una región, una organización empresarial o una simple persona (formada por múltiples órganos).
Todos ellos, formados por mùltiples partes, que se relacionan y conectan de una forma particular y específica en cada sistema. Este conjunto de relaciones y conexiones forman lo que llamaríamos la estructura del sistema o "Estructura Sistémica". Y cada estructura sistémica condicionará el sistema dando lugar a lo que llamamos las "características emergentes" del sistema. Como es fácil observar, las relaciones entre elementos producen que el sistema tenga unas características únicas, que son propias del sistema y no de ninguna de sus partes por separado, esto es, "emergen" como si antes estuvieran ocultas o surgieran del fondo del mar. Por ejemplo, la capacidad de moverse de un coche no está en sus ruedas sólamente, ya que no se movería sin la fuerza del motor, o si no tuviera combustible. Según lo complejo de los elementos y las relaciones entre ellos, las características emergentes pueden ser más o menos predecibles.
En el caso de las personas, su comportamiento es muy complejo e impredecible según las situaciones en las que se encuentren, por eso las relaciones entre personas son tan complicadas, porque pueden interactuar de infinitas formas, influidas por la situación y el resto de las personas a considerar. Esta complejidad es lo que llaman los "Pensadores Sistémicos" complejidad dinámica, en oposición a la complejidad de detalle, característica de una máquina o un ordenador, que por complicado que sea, siempre será predecible en cuanto se conoce a fondo el aparato en cuestión. Por eso, al reunir un grupo de personas pueden "emerger" todo tipo de emociones y sentimientos, y eso condicionará las relaciones futuras entre ellos.
Así, la estructura de la personalidad de dos personas, condicionará la calidad de las relaciones de las mismas y sus comportamientos. Por ejemplo, si ponemos a vivir dos personas dominantes en un piso, no importa cual será la chispa que desencadene el conflicto, pero seguro que acabarán discutiendo. Y no habrá ningún culpable, sino que la "culpa" es de que sus personalidades chocan. Si son capaces de ver esto, podrán anticiparse y poner unas normas de convivencia que eviten los conflictos. Pero siempre se necesita que alguien tenga conciencia de como funciona el sistema, como vimos en la anterior entrada.
Otro ejemplo es el del conflicto entre palestinos e israelís. Unos se echan la culpa a los otros, pero la verdad es que no podía pasar otra cosa. ¿Que se puede esperar de juntar, de un día para otro, dos grupos tan distintos en un pequeño trozo de terreno, pobre para más inri, y que historicamente tenían ya cuentas pendientes?. Así que la culpa, en todo caso, ¡será de quien los juntó!
Como vemos, lo importante de entender el concepto de estructura sistémica, cuando hablamos de sistemas u organizaciones humanas, es que dichas estructuras pueden condicionar a las personas a actuar de una forma concreta, produciendo patrones habituales de comportamiento, que no son propios en cuestión de una persona, sino de todas aquellas personas que participan de dicho sistema. Son esos patrones de conducta los que acabarán provocando, antes o después, los hechos que son vistos como un problema, error, o dificultad dentro del sistema.
Resumiendo: Cuando juntamos distintas personas dentro de un sistema, este siempre va a estar definido por un conjunto de relaciones que forman la estructura sistémica (cosas como la personalidad de las personas en cuestión, para que están juntos, como se reunen y cuando, como deciden, quien es el lider, etc); esta estructura determinará por tanto unos patrones de conducta generalizados, y estos, fnalmente, darán lugar a los hechos concretos que podremos ver como beneficiosos o problemáticos.
Y es aquí cuando volvemos al chiste de la entrada, ya que es fácil observar como la estructura del sistema condiciona el hecho de que todos los monos (hasta diez) se comporten de forma similar. En este caso, la estructura determinante es que reciben un buen chorro de agua fría cada vez que uno de ellos intenta escalar hacia los plátanos. Este hecho empieza a generar miedo (una emoción emergente) y patrones de conducta defensivos y agresivos en los monos. Finalmente, hay un momento en el que uno de los monos intenta subir y acaba recibiendo la paliza de los restantes (el hecho). Lo gracioso, es que instalado este comportamiento y la creencia de que al subir recibirán la descarga de agua, el patrón de conducta se repetirá aunque dejara de haber una manguera que les amenzara. En ese caso, la creencia se ha instalado en la estructura del sistema.
¿y por que es tan importante entender esto?
Porque para entender y mejorar las cosas en un sistema lo que hay que hacer es, curiosamente, recorrer el camino inverso.
Es decir, primero vemos el hecho que nos haya llamado la atención o que nos gustaría que no hubiese pasado. Luego, intentamos ver si forma parte de un patrón de conducta más generalizado, es decir, si esa persona se comporta de forma similar en situaciones parecidas, o más gente se comportaría igual en la misma situación. Y finalmente, tendremos que ver que elementos de la estructura son los que condicionan ese patrón de conducta determinado. Cuando somos capaces de determinar esto, es fácil mejorar las cosas cambiando la parte de la estructura que condicionaba el patrón de conducta.
Esto es especialmente importante en las empresas,donde por lo general, gobierna una forma de pensar totalmente asistémcia. Así, puede que varios subordinados comentan errores porque se les pide que actuen sin tener toda la información necesaria ya que su jefe no confía en ellos. Lo más probable que ocurra después es que el jefe se queje amargamente de la ineptitud de su gente sin darse cuenta de que ...¡ la está provocando él! , y recordando la entrada anterior, diremos que es probable que el sistema se autorrefuerce, ya que los errores de los subordinados hagan que el jefe confíe menos en ellos y ¡les dé menos información todavía!
Ya sea dentro de una relación o en una empresa, el desgaste que se produce al pensar de forma asistémica es muy grande y supone un derroche de energía inútil e injustificado. Pensemos en como se conducían las reses en el lejano oeste. Se necesitaban varios vaqueros vigilando cuidadosamente que los animales en cuestión no se desviaran de la ruta prevista. Imaginaos ahora que estas reses se transportan en vagones de un tren que se desliza de forma impecable sobre los railes, sin posiblidad siquiera de desviarse lo más mínimo. Las vías del tren y el tren forman, en este caso, el cambio de estructura que hace innecesario el esfuerzo de los vaqueros vigilando continuamente a las reses.
Así, en las empresas y relaciones, nos pasamos mucho tiempo "pegando toques" a otras personas para que no se desvíen, quejándonos de su comportamiento, sin darnos cuenta de que quizá estemos influyendo en él con el nuestro, y de que se pueden evitar esos comportamientos haciendo los cambios necesarios en el sistema.
Entender esto es especialmente importante en las empresas, donde el papel del lider como diseñador de estructuras está tristemente olvidado. En una empresa se puede valorar muy positivamente al que tiene una gran capacidad para resolver continuamente problemas, sin que nadie se dé cuenta de que no está haciendo nada para evitarlos. Sin embargo, el que ha diseñado su trabajo y su grupo para que los problemas no aparezcan puede ser considerado un gestor correcto que tiene suerte de estar en un entorno más tranquilo. Cualquiera de nosotros observará lo injusto de la situación.
Para acabar de ilustrar esto, permitidme que acabe con una nueva historia...
Dicen que en la vieja China, un día el emperador consultaba con el sabio Lao Tsé como recompensar a sus médicos para que se preocuparan por la salud de sus súbditos. El emperador proponía recompensar a los médicos en función de los enfermos que atendiesen y curasen a lo largo del año. Sin embargo, el viejo sabio no estuvo de acuerdo y quiso contarle una historia al emperador:
En uno de los territorios bajo el poder del emperador vivía un viejo médico que había ejercido su oficio durante muchos años atendiendo y curando a sus vecinos. Este médico tenía dos hijos, uno de los cuales acababa de terminar sus propios estudios de medicina, y otro más pequeño cursando también dichos estudios. Un buen día, llamó a su hijo mayor, que le ayudaba en la consulta y le pidió que atendiera una semana la misma mientras él se ausentaba para hacer un viaje para visitar a unos parientes. El hijo atendió las órdenes y consejos de su padre y el viejo médico se marchó y ausentó durante una semana.
A la vuelta, el padre convocó inmediatamente a su hijo mayor para ver como le había ido. Este, visiblemente confuso, le comentó a su padre:
- Padre, todo ha ido bien. No he tenido ningún problema y todo se ha resuelto satisfactoriamente. En realidad, diría que demasiado bien, ya que me ha estrañado curar con tanta facildad a una señora que decía llevar tratándose contigo del mismo mal durante estos últimos cinco años. Estoy confuso, porque no entiendo como con tu experiencia y conocimiento no hayas sido capaz de curarla en ese tiempo, y yo en cambio, haya podido resolver rápidamente su mal, que además parecía bastante sencillo de atajar.
Entonces, el padre se levantó súbitamente de su asiento y visiblemente enfurecido le espetó a su hijo las siguiente palabras:
-¡ Pero serás inepto!, esa señora era la más rica del pueblo, y con su dinero he estado pagando tus estudios durante estos años y pensaba pagar los de tu hermano! ¿Qué vamos a hacer ahora?.
El hijo entendió así porque le había sido tan fácil curar a la señora, cuya enfermedad no tenía en realidad ninguna gravedad....
Así, Lao Tsé, volvió a dirigirse a su emperador y le dijo:
- No sería más sabio, mi señor, recompensar a aquellos médicos cuyos vecinos estén más saludables y enfermen menos, en vez de recompensar a aquellos que estén más ocupados curando enfermos?
Finalmente el emperador, atribuyendo gran sabiduría a las palabras de su consejero, así lo ordenó.
HASTA LA PROXIMA ENTRADA. ESPERO QUE ESTA OS HAYA HECHO VER COMO CAMBIAR ALGUNAS COSAS PARA QUE TODO PUEDA SER DIFERENTE
Para seguir profundizando:
Acabo de leer esta entrada y a la espera de recapacitar con más detenimiento, lo que seguro incluirá la lectura de las entradas anteriores, hay dos ideas que me surjen de inmediato:
ResponderEliminar1.- No sé si la primera cita es un chiste o el resultado de un trabajo ciéntifico. Lo último es perfectamente posible, por propia experiencia sé lo cretino que se puede ser en el mundo de la Ciencia. De ser así, cuán animales somos las bestias de los humanos o, con perdón para los simios, cuán humanos son estas bellas bestias. Lo escalofriante es que refleja a perfección la barbarie de la conducta humana y, para estupor de muchos, lo poco que nos diferenciamos de los monos antropoides. Para ilustrar este ejemplo basta con acercarse a un Zoo o cualquier otro recinto donde se mantengan encarcelados ejemplares de cualquiera de las especies mencionadas (gorilas, chimpancés u orangutanes). Manténgase uno en un discreto segundo plano (normalmente ni siquiera esto es necesario) y observe a la familia de turno aporrear el cristal para que salga el "mono" que divierta al "animal" de su hijo. Obsérvese objetivamente la mirada de desprecio del simio (me refiero al que está dentro), la inteligencia y tristeza (caracteres típicamente "humanos") que emanan sus ojos y compárese con el simio de fuera balbuceando mientras escupe palomitas; si no se plantea al menos la duda de quién debería estar de cada lado del cristal creo que este blog no es para usted.
2.- Hablas de que en los sistemas humanos, el comportamiento es muy complejo e impredecible. No dudo que el comportamiento humano pueda tener algo de complejo, pero me resisto a creer que es impredecible. Tú mismo te contradices más adelante cuando afirmas que se si se juntan dos personas dominantes acabarán teniendo problemas. Más bien me parece que somos terriblemente previsibles y que las variables en juego son muy pocas; lo difícil quizá sea tener conciencia de ellas y, sobre todo, la fuerza de voluntad para orientarlas en aras al bien común. Lo de la solidaridad todavía cotiza muy a la baja.
Un saludo y mis felicitaciones, especialmente, por el valor de plantearte una utopía.
Todo sistema q se precie suele funcionar xq ninguno de los elementos q lo componen cuestina otra manera de funcionar,es asi y punto,con los seres humanos y el dichoso libre albedrio y el no menos molesto ego,la cosa se torna mas compleja.NO estoy diciendo q crear un sistema empresarial, una sociedad,o un nucleo familiar,eficaz cuan reloj suizo, sea imposible,lo q veo complejo es crearla en un lapso de tiempo razonablemente breve con los miembros q la componen en la actualidad ya q de momento todos tenemos el instinto de ir x el platano.
ResponderEliminarDesde luego soy un ferviente partidario de intentar que las cosas sean diferentes. Creo que el solo hecho de tener conciencia de ello ya es bastante. Pero no es menos cierto que por mi propia formación espero muy poco del ser humano y especialmente me enerva escuchar los comentarios grandilocuentes que encumbran al ser humano a lo más alto de la creación. Creo que es mucho más humano ser conscientes del inmenso peso que supone nuestra herencia animal. Tú mismo lo dices, "todos tenemos el instinto de ir por el plátano" y no hay nada más animal, con el inmenso respeto que merecen, que el instinto. Quizá si empezamos desde muy abajo, quizá si partimos de que el comportamiento base no va a ser muy diferente del de un animal medianamente evolucionado, podamos avanzar algo hacia esa meta.
ResponderEliminarUn saludo.
Cada vez se pone más interesante y como aún tengo fresca la conversación del otro día mejor.
ResponderEliminarMe sumo a la idea de que aún teniendo un gran componente animal(que lo somos)tenemos en nosotros la capacidad de cambiar y lograr que todo sea diferente,en el fondo todo depende de TI.
Un abrazo
Muchas gracias por enriquecer el blog con vuestros comentarios. Verlos me anima a seguir escribiendo en él.
ResponderEliminarTe diré, Oscar, que un sistema es "estable" mientras ninguno de los elementos lo cuestiona y se comporte de forma distinta a la esperada, pero eso no quiere decir que "funcione" de forma deseable.
Por otro lado, el prolema no es que queremos ir a por los plátanos. Es algo que nos gusta y es deseable que vayamos a por ellos. El problema es que haya alguien que nos mande un chorro de agua fría, y que encima lo haga con los demás para que éstos nos peguen una paliza.
Por lo que respecta a tus comentarios, Porras, creo que efectivamente es un chiste, que se utiliza para ilustrar como se puede formar una cultura en una empresa y que esta sea limitante para sus integrantes.
En cuanto a lo impredecible del comportamiento de las personas, no creo que me contradiga. Como digo, esas dos personas acabarán teniendo problemas, pero no sabemos cuando, que desatará el conflicto, que se dirán, como se comportorán exactamente, etc, e incluso puede que no tengan el conflicto si alguno de ellos lee este blog. lo que quiero diferenciar es que las máquinas son predeciles al 100% mientras que las personas sólo lo son en parte.
Si que hay unos principios que actúan en las relaciones humanas y es que si tu añades miedo al muno, este será más violento. Si añades amor, generosidad, compasión el mundo será más alegre y feliz. El problema es si nos atrevemos a ser así ya que tenemos "miedo" de que la gente se aproveche de nosotros ....
Por otro lado, estoy de acuerdo contigo en que en general, nos comportamos más o menos como un animal un poco más evolucionado. Casi no actuamos con conciencia y respondemos de acuerdo al cerebro primitivo o límbico, y con respuestas programadas de antemano y aprendidas hace ya muchos años, con la ilusión de que estamos actuando con libertad. Pero desde luego, si tenemos un potencial de actuar con autoconsciencia y desde un centro superior, desde el "aquí y ahora". La pena es que la mayoría de las personas no saben nada de esto y viven con la ilusión de ser libres cuando en realidad no lo son, viven tal y como los han (o se han) hecho, sin posibilidad de cambiar, hasta que cobren conciencia y den un pasito atrás.
Quizá el mundo sería distinto si en las escuelas enseñaran a ser autoconsciente, a aceptarse y quererse, en vez de juzgarnos como alumnos brillantes o mediocres e incluso "vagos".
Pero bueno, mientras esto no se enseñe en las escuelas, seguiré escribiendo el blog para personas como vosotros.
Gracias por estar ahí.
He estado indagando sobre lo del chiste y aunque no he podido localizar la cita cada vez creo más que es un experimento real, lo que lo hace todavía más escalofriante. Os sorprenderíais lo que he encontrado sobre el tema.
ResponderEliminarBien, es posible que en cuanto a lo de la predecibilidad humana, sea una cuestión cuantitativa, para mi esa parte es mayor que para ti y nada más.
Claro que existen esos principios que actúan en las relaciones humanas. Si siembras miedo, terror o pánico en una sociedad recoges una guerra, como la de Irak, por ejemplo. Y eso no es lo más triste, con todo ser terrible. Lo más penoso es ver cómo una sarta de impresentables han atemorizado a una sociedad, en teoría inteligente y avanzada, para justificar sus ansias de poder; y como esa sociedad se ha creído toda la basura que le han contado y son los primeros en pedir que los defiendan.
Y aquello de haz el amor y no la guerra también es cierto. Basta con fijarse en lo que ocurre en un atasco. Probad a ceder el paso en una cola, en un cruce, aun a riesgo de que el miserable de atrás descargue toda su impotencia contra el claxon y fijaros en lo que hace aquél a quien cedisteis el paso. Con una probabilidad considerable, desde luego significativamente distinta de lo esperado por azar, cederá a su vez el paso a otra persona en el siguiente cruce. Lo veo todos los días de camino a casa, os aseguro que es increíble. Ahora estoy en la fase de hacer el análisis por sexos y para no herir susceptibilidades me reservo los resultados. Lo importante es que existe claramente esa retroalimentación y que no deja de maravillarme. Y es verdad que es el miedo a que se rían de nosotros lo que no nos deja ser más "humanos".
Pero con todo, no creo que sean unos principios exclusivamente humanos. Cualquiera que tenga perro o gato o cualquier animal con un mínimo de desarrollo cognitivo lo sabe. La música amansa a las fieras pero el amor, generosidad, cariño o como quieras llamarlo (que no es un rasgo exclusivamente humano) tampoco se queda atrás.
No,ahí si que no estoy de acuerdo. Ojalá nos comportáramos como un animal más o menos evolucionado, las cosas sí que serían diferentes. No dejas de sorprenderme, eres el optimismo personificado. El comportamiento humano global, salvo gloriosas y soberbais excepciones, es el que se espera de un organismo muy poco evolucionado y sumamente troquelado. Es decir, con comportamientos sumamente estereotipados que, es verdad, nos creemos que son muy elaborados y exquisitamente "nuestros". Como bien afirmas, somos el fruto de una educación que no valora la diferencia, una escuela en la que todos debemos responder a un patrón definido y todo el que no encaja o es tonto o superdesarrollado pero siempre "raro" y fuera del sistema. El sistema fácil, el sistema desarrollado por unos pocos para todo siga igual. ¿Os acordáis del famoso 20 de noviembre? ¿o fue de octubre? Cuando se iba a cambiar el sistema económico mundial, cuando se desterrarían los paraísos fiscales, cuando el capitalismo exacerbado tenía los días contados. ¿En que ha quedado todo? Nada ha cambiado, eso sí que es un sistema estable que se refuerza todavía más en las épocas de crisis. Como diría mi padre, que Dios nos coja confesados. Mientras, algunos seguiremos luchando, nos llamarán ilusos, seguiremos pasando por el aro, pero al menos no lo haré con cara de gilipollas.
Un abrazo.
Me alegro de tenerte como visitante. Que parrafadas más interesantes. Por no alargarme mucho, te responderé lo siguiente. Efectivamente, al planeta le iría mejor si nos comportásemos como animales, ya que como especie, hemos puesto nuestra inteligencia a trabajar para nuestras peores emociones, con lo cual somos más efectivos destruyendo. Somos, como dices, como un organismo poco evolucionado, ya que en los comportamientos globales reproducimos patrones de comportamiento que están en toda la naturaleza, poco efectivos por cierto. Hasta que no cambiemos eso, dificilmte podremos hablar de humanidad como una especie superior, pero mientras, me quedo con lo que decía Gandhi, "Sé el cambio que quieres para el mundo", ya que en el fondo, el comportamieto grupal es en realidad la suma de los comportamientos individuales. Y está también el cuento de la niña que va salvando estrellas de mar por la orilla de la playa y una persona mayor le dice: niña ¿porque te empeñas en salvar unas pocas estrellas si hay miles y miles muriéndose?, no pódras salvar más que unas pocas y no supondrá ninguna diferencia.
ResponderEliminarYa, respodió la niña mirando la que tenía en la mano, pero para estas en concreto ....SÍ SUPONDRÁ UNA DIFERECIA.
Un abrazo y gracias por tus comentarios.