"Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa, la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino para decidir su propio camino. Y es precisamente esta libertad interior la que nadie nos puede arrebatar, la que confiere a la existencia una intención y un sentido"



Viktor Frankl,

Superviviente de los campos de concentración nazis y creador de la Logoterapia









lunes, 6 de diciembre de 2010

VIVIR NO ES SOBREVIVIR

"Me ganaba la vida......pero no la vivía"

Una de las frases más frecuentemente citadas por los enfermos terminales, sgún Elisabeth Kübler-Ross, la principal autoridad mundial sobre el acompañamiento a enfermos terminales.

Si bien ya expliqué de que iba este blog, ahora me gustaría comentar cual es la motivación por la que nace la necesidad de escribir en él y cual es su razón de ser. Tengo que reconocer que muy tentado estuve de utilizar este título para el blog, aunque finalmente lo deseché porque preferí un título más esperanzador, pero sí tengo que decir que esta es una frase que se me viene a la cabeza a menudo cuando veo a mi alrededor comportamientos que, en vez de estar orientados a ser más felices y disfrutar de la vida, parecen destinados más bien a protegerse de ella.
Así, cuando hoy en día nadamos en un mar de abundancia, tecnología y comodidad, muchos de nosotros vemos la vida como algo que hay que ganarse (ver "LA BRÚJLA INTERIOR"), un mar lleno de peligros, de amenazas y presiones, que nos obligan a comportarnos de determinada forma para no ahogarnos.
Y no me estraña que mucha gente lo vea así, ya que de alguna forma la sociedad  actual nos motiva a ello para que así mantengamos este sistema, donde es necesario consumir, competir o acumular bienes materiales. Pero todo esto no dejan de ser necesidades artificiales que más bien nos llevan a no estar nunca satisfechos. 

Y es en este mundo tan complejo donde es tan fácil alimentar pequeños miedos y comportamientos ineficaces que todos nosotros traemos de nuestra infancia. En esa época, nada es más importante para nosotros que obtener el amor y la protección de nuestros mayores, y es ahí donde nacen miedos irracionales que inconscientemente se perpetúan en nuestras mentes adultas, y nacen también comportamientos no menos irracionales, que en su momento (cuando somos niños de menos de siete años) parecen adecuados, pero que en nuestra vida adulta no hacen más que aumentar nuestros problemas y nuestra insatisfacción.

Como decimos, es en este mundo donde se alimentan tanto las necesidades de pertenencia, de status, la competencia, juicios,  la acumulación de bienes, etc, donde esas pequeñas "neurosis" de las que hablamos se hacen más presentes y condicionan más nuestra vida. Es entonces cuando dejamos que los objetivos de nuestras vidas se basen en defendernos de miedos inconscientes y buscamos en el exterior cubrir necesidades que sólo pueden ser cubiertas si miramos dentro de nosotros mismos.

Así, en este "juego de la vida", nos dedicamos a jugar para un cinco, pensamos en términos de suspenso o aprobado (soy válido o no válido), cuando se trata más bien de disfrutar de dicho juego sabiendo que la máxima calificación es un diez. No me duelen prendas reconocer que durante muchos años yo he vivido la vida en términos de aprobado y suspenso (vivir la vida así ya es en sí un suspenso), pero cuando empecé a descubrir herramientas para llegar al cinco, me di cuenta también que estas herrameintas (las descritas en el post de bienvenida) servían también para ir más allá, para aprovechar más la vida, para obtener más satisfacción y, aún más importante, para influir en que los demás también pudieran hacerlo.

Sin embargo,muchos de nosotros seguimos observando la vida de forma digital (es decir, sólo dos posiciones posibles -bien o mal-) y cuando evaluamos nuestra vida (eso si nos paramos a hacerlo), nos contentamos con el cinco en, por lo menos, alguna de las áreas que nos importan.  Yo sin embargo, creo y os animo a pensarlo así, que en la vida podemos y debemos aspirar al diez (no como exigecia, sino como reto y dirección a seguir, como un camino de disfrute), siendo mejores maridos y esposas, mejores padres, compañeros de trabajo, vecinos o ciudadanos-

Pero ojo, no me malinterpretéis cuando hablo de cincos o dieces. Esas calificaciones no son las que vienen del exterior, no me refiero a ser más popular, tener un puesto más elevado en el trabajo, un coche mejor o conseguir más dinero. Me refiero a una autoevaluación sobre como van las cosas en nuestra vida y las variables a medir son las de la satisfacción, la felicidad, la serenidad, la apertura hacia los demás, la generosidad, la armonía, etc. Es decir, que cuando miramos a nuestro interior, este nos diga que las cosas van bien.Y si queremos una prueba de mayor calado todavía, miremos a nuestro alrededor, y veamos si estas variables que comentaba antes están presentes también en los entornos en los que nos movemos, ya que cuando uno alcanza altos niveles de estas variables la onda expansiva tiende a extenderse alrededor nuestra (formamos parte de sistemas y nuestro cambios cambian el sistema).

Así, podemos conformarnos con trabajar cumpliendo objetivos o aspirar a que este trabajo sea creativo y enriquecedor; podemos conformarnos con coseguir que las personas que dirigimos cumplan con su cometido o aspirar a que se desarrollen y crezcan en un entorno de trabajo motivador y con buen ambiente; podemos contentarnos con pasar algún tiempo con nuestros hijos o aspirar a entregarnos a ellos cada momento que pasemos juntos, siendo un modelo de cariño y buenos valores para ellos; podemos contentarnos con tener a alguien a nuestro lado o aspirar a que esta relación esté llena de generosidad, comprensión y agradecimiento. En definitiva, podemos contentarnos con "ir tirando" en este mundo tan complejo, o aspirar a cambiarlo para mejor, pensando que "todo puede ser diferente", mejor de lo que és.

Por todo esto, me gustaría recordar una frase que aparece varias veces en los libros de Stephen Covey, "lo bueno es el enemigo de lo mejor", ya que en el desarrollo personal  (y siguiendo los postulados del pensamiento sistémico) cualquier pequeña mejora en nuestro mundo interior, puede suponer una gran diferencia para las personas que nos rodean. No olvidemos nunca esta responsabilidad.

Para terminar este "post", una última cita;

"Hoy, antes del alba, subí a la colina, miré los cielos apretados de luminarias y le dije a mi espíritu: cuando conozcamos todos esos mundos y el placer y la sabiduría de todas las cosas que contienen, ¿estaremos tranquilos y satisfechos?
 Y mi espíritu dijo:
No, ganaremos esas alturas sólo para seguir adelante".

Walt Whitman


Sobre el tema recomiendo leer:

"La Brújula Interior"

"Martes con mi viejo profesor"

2 comentarios:

  1. Hola Jorge
    nuestros blogs,aunque muy diferentes en continente y contenido terminan diciendo lo mismo,buscar la Felicidad,la nuestra y la de las personas que nos rodean por encima de todo,cada dia, a cada momento.
    Serenidad,Armonia,Generosidad,yo añadiria grandes dosis de Alegria
    "El único consuelo que tenemos es esta hora es aquel en el que nuestra vida, contra toda probabilidad y contra toda expectativa, se abre de pronto y nos da todo lo que hemos imaginado"
    Michael Cunningham
    Como hemos hablado muchas veces,supongo que al final todo se reduce a una cuestión de Actitud ante la vida,ver la botella siempre medio llena y no olvidar lo efímero de la vida,tanto lo bueno como lo malo,tienen un final,un Carpe Diem Tempus Fugit es el mejor consejo.
    un fuerte abrazo y felicidades por la entrada
    Bruno Santín

    ResponderEliminar
  2. El conformismo es una actitud que paraliza nuestro progreso personal, que nos impide ilusionarnos ante nuevos proyectos y que nos situa en una permanente comodidad "incómoda". Ante la adversidad, mi planteamiento es considerar que " Lo mejor de mi vida está aún por llegar ", eso me hará vivir disfrutando cada momento. Enhorabuena y gracias por compartir pensamientos.
    Un saludo,

    ResponderEliminar